Seguidores

sábado, 18 de diciembre de 2010

Hay veces que uno se plantea como se puede llegar a ser tan tonto.
Tan inocente.
Crees cada cosa que te dicen, y más si esa persona es importante para ti, te crees todas sus promesas, todas sus escusas, te crees cada disculpa, cada te quiero, cada mirada.
Te crees todo lo que sale de su boca, esa que tanto te gusta.
A veces incluso te obligas a ti misma a creértelo, por miedo a perderle.
Hasta que llega un momento en el que tanta mentira, tanta promesa sin cumplir, tantos te quiero sin demostrar, llegan su fin, ya que ya te han hecho todo el daño que te podían llegar a hacer.
En ese momento te das cuanta que que no merece la pena seguir sufriendo, seguir engañándote a ti misma, y decides hacerte de hierro, crear un escudo que evite que te vuelvan a hacer daño, hacerte sufrir. Ahí es cuando juras que no volverás a dejar que te vuelva a pasar lo mismo, que no dejaras que nadie te haga daño nunca más, no dejaras que te cuelen promesas que nunca se cumplen, "te quiero" que no se demuestran.
Ya nunca mas.
Pero ahí es cuando se ve lo tonta que se puede ser, cuando le das una oportunidad a otra persona y vuelves a creertelo todo, palabra a palabra.

Me...

2 comentarios:

  1. Tu blog es super chulo, me ha encantado esta entrada, me siento muy identificada en cada frase.
    Te sigo:D
    Pásate a ver si te gusta el mio:)

    comoburbujasdechampagne.blogspot.com

    (K)

    ResponderEliminar
  2. Me alegro mucho de que te guste, es cada momento vivido y vuelto a vivir, pero bueno, ya aprenderemos algun dia a saber buscar bien ;)
    vale!ahora mismo me paso :)
    un beso!

    ResponderEliminar