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miércoles, 29 de septiembre de 2010


─ Grítame.
─ ¿Qué?
─ Lo que has oído, grítame, fuerte, muy fuerte. Grítame todo lo que no quiero oír. Todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Échame en cara todas y cada una de las veces que te hice sentir mal, que te decepcioné, que te hice pensar eso de"pensaba que eras diferente". Enfádate conmigo, dime que soy una niñata mimada y quejica, que a ver si un día maduro. Dime todo eso que la gente no le dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí. Pero después de eso, hazme un favor, solo uno. Dime que me quieres, pese a todas las verdades que me has gritado, solo dime que me quieres..

viernes, 17 de septiembre de 2010


Ella pidió un licor. Él un café, solo. Ella pagó su consumición y se sentó en una mesa que daba a la calle, él imitó sus movimientos. El reloj de ambos marcaba las ocho y cuarto, y afuera, en el mundo real, seguía lloviendo. Ella clavó sus ojos en él, él apartó la mirada. Él musitó algo, ella pareció no escucharlo. Un breve silencio bailó entre los dos cuerpos hasta que ella se decidió a romperlo.

- Quiero que lo intentemos.- balbuceó entre tímidas sonrisas.
- ¿Que intentemos qué, loca?.- soltó una carcajada agria y acto seguido bebió un trago.- Si ni siquiera me conoces.
- Sí, claro que te conozco. ¿Por qué decís eso? Sé que estás solo desde hace tiempo, y que lo detestas. Salís de trabajar a las ocho, tomas algo en esta cafetería y deseas que el tiempo se consuma rápido, muy rápido, porque te da miedo volver a casa y no encontrar a nadie entre las sábanas.- respiró, dio un pequeño sorbo al licor y limpió sus labios lentamente con una servilleta.- Sé que tenés miedo de levantarte de madrugada y ahogarte en el silencio de una casa que cada día te parece más y más grande. Sé que creés que la vida no puede dar más de sí y que te limitás a ver pasar trenes, sin subirte a ninguno.
- ¿Hablas de mi o de vos?
- De los dos. Vos estás solo, yo estoy sola, ¿qué más tengo que saber?


Y allí estabas tú. Observándome en silencio, sonriéndome como siempre hiciste,poniendo un poco de cordura en mi loca cabeza, y reforzando de seguridad cadaespacio confuso...
Supongo que acabaré volviéndome idiota con todo esto...

Deja que te acompañe en los momentos de estar solo; que si tú me cuidas, yo me curo. Que si tú me dices ven, le dan por culo al dinero y a mis principios. Que si tú me llevas lejos, yo el reloj no lo miro. Que mis cinco sentidos son para ti. Mis manos para sujetarte, mi alegría para que la bebas toda tú, asique apura el vaso. Deja que te cuide las alas. Deja que me quede en tu mundo, que eres un puto milagro, mi milagro. Hoy puede ser un gran día, pero si estás tú siempre, cada segundo que pase será grande.

sábado, 11 de septiembre de 2010


Muchas personas dicen que una mirada vale mas que mil palabras. Yo estoy totalmente de acuerdo con esto, hay momentos para cada una de ellas, momentos en los que no sabes que decir y solo hace falta un cruce de miradas para demostrar lo que sentis, momentos en los cuales la rabia se apodera de ti sin poder decir una palabra, momentos en los que solo hace falta una mirada para contestar un beso fugaz, momentos en los que las miradas estan cargadas de preguntas. Por ello debes siempre intentar leer detras de cada una de las miradas.


Me...

jueves, 9 de septiembre de 2010


Se miran, se atraen y saben que la vida les cambiaría si pudieran leerse el pensamiento, pero el silencio y los prejuicios levantan un muro alto donde chocan las ganas secretas del uno por el otro, y todo se queda en miradas y en deseos muertos.
Yo fui de los pocos que aprendí que si uno no quiere morir de remordimiento la única opción es correr el riesgo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

En menos de un instante todo cambia, dejamos el pasado atras y nos lanzamos hacia lo desconocido, nuestro futuro. Partimos hacia lugares remotos para intentar encontrarnos a nosotros mismos o intentamos perdernos, explorando placeres mas cercanos.
Los problemas empiezan cuando nos negamos a aceptar los cambios y nos aferramos a viejas costumbres.
Pero si nos aferramos mucho al pasado, puede que el futuro no llegue nunca.





















Los recuerdos son una continuacion de imagenes que tu cabeza guarda y almacena de manera involuntaria. Imágenes que en algún momento vuelven a aparecer bien porque habrá algo que te lo recordara o simplemente por necesidad.
El recuerdo de como te regañaban de pequeña y que ahora ves constantemente por las calles de tu ciudad, la sonrisa de aquella persona que era tan importante en tu vida, el primer beso...y asi miles me momentos mas.
Cuando recuerdas algunos puedes ser la persona mas feliz del mundo o al contrario, que ese recuerdo te duela como si te estuvieran clavando millones de agujas en cada parte de tu cuerpo.
Recuerdos que eran bonitos y ahora te harán llorar.


Me...
A mi almohada. Yo... le echo de menos. Nadie diría que le extraño con cada poro de mi alma, pero ya ves, lo hago cada día y a cada minuto. Siempre me pregunto si él lo sabrá, y su mirada incauta me responde enseguida. A veces pienso que él también se acuerda de mí; y bueno, que también me echa de menos, aunque ahora el pasado se haya quedado podrido entre las esquinas del reloj. Si es que lo pienso y no me lo creo, ¡con lo que nosotros fuimos! Pero entonces enseguida recuerdo que el tiempo ni espera ni perdona, y a nosotros menos, que nunca tuvimos nada de nuestra parte. Quizá por eso ocurrió, por lo reacios que éramos los dos a hacer lo que se esperaba de nosotros. O tal vez porque nos queríamos y punto. Y eso es fuerte, aunque el tiempo y compañía lo son más.

Me gusta romper el papel por la línea de puntos, chupar el cola-cao que se queda pegado a la cuchara, me gusta explotar burbujas y que suene como una tormenta,coger la nata con el dedo, la espuma del café y el olor a gasolina, la gente que se besa por la calle, me gusta dar los buenos días hasta por la noche, los sombreros, abrir un libro y encontrar una entrada de cine antigua, y me gustan las cosas que se repiten, pero sobre todo; me gustas .

Me apetece escribirte algo. Ya sabes, alguna tontería de esas que te hagan sonreír cuando la leas. Alguna frase bonita, que refleje un poco lo siento, un fragmento de película, algunas frases perdidas de una canción que escuché en cierto momento y me hayan venido a la memoria. Pero no encuentro nada que sea capaz de acercarse a lo que siento. Podría decirte cualquier cosa, ¿sabes? Y no quedaría mal. Podría decir te quiero, te amo, no quiero que me dejes nunca, y cosas así. Pero quizás no sería cierto. ¿Nunca? No puedo decirte cosas así. ¿Qué se yo lo que pasará dentro de uno, dos, cinco, treinta años? No puedo decirte nunca. Yo... yo soy una veleta,un manojo de nervios, no tengo pedal de freno o no funciona. Yo cambio, me muevo, digievoluciono. No sé lo que va a pasar mañana. Sé que te quiero, ahora, en este instante, y en el de más allá probablemente también, pero dentro de muchos instantes quizás no. Pero ahora... ahora daría la mitad de los años que me quedan por verte sonreír...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Todos tenemos manías…y yo tengo la manía de quererte. Se convirtió en manía desde el momento que por casualedad del destino apareciste y mis ojos te vieron por primera vez, tengo un maravilloso sentido para fijarme en las cosas, en las personas que no me convienen, y esto no lo digo yo, lo dicen cada uno de los fracasos que llevo detrás. Pero aún con ellos a la espalda, no puedo evitar sentir lo que siento por ti. Ya lo he dicho, te has convertido en manía, y da igual el tiempo que pase, hasta que no aparezca otro vecio para poder olvidarme del que tú me provocas no va a dejar de estar ahí. He perdido las uñas de los nervios, mis neuronas se han descolocado de su sitio y ya ni pensar sé. Aún así aquí me tienes, para cuando quieras que esta manía se comparta...

miércoles, 1 de septiembre de 2010


— ¡Narcisos!
— Son tus flores favoritas.
— ¿Cómo has podido encontrar tantas?
— He llamado a todas las floristerías de cinco estados, les dije que era la única manera de que mi esposa se casara conmigo.
— ¡Ni siquiera me conoces!
— Tengo el resto de mi vida para conocerte...
No le dio tiempo a Cupido a tensar el arco, no hizo falta disparar. Ya nos habíamos enamorado. Tú de mi inseguridad y yo de todo.
Me dijiste “si no corremos pasará de largo todo esto y hoy tienes que poner a mi nombre todos los besos que te quedan”. Me quedé helado, agarraste mi mano y condujiste mi coche hasta tu casa. Hubo confeti en el ascensor. Nos dimos tantos besos que tuvimos que darle la vuelta a la piel cuando no quedaba un centímetro sin besar. La ropa interior dejó de esconder las cosas que más se quieren ver...Esa noche pasaron cosas que no caben en ningún poema.

Las fantasías tienen que ser poco realistas, porque en el momento, en el instante en que consigues lo que buscabas, ya no lo quieres, no puedes quererlo. Para que el deseo pueda seguir existiendo necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes, no es eso lo que deseas, sino la fantasía de eso, osea que el deseo sustenta fantasías utópicas.

A eso se refiere Pascal cuando dice que solo somos verdaderamente felices cuando soñamos con la futura felicidad y también al decir que la cacería es más dulce que lo cazado o , ten cuidado con lo deseas, no por conseguirlo, sino porque estas condenado a no quererlo en cuanto lo consigas...